En el contexto de las reuniones que desde el proyecto AQUILA a-LIFE se están desarrollando por estas fechas con sectores interesados, el pasado 20 de febrero hubo una reunión con el Consejo General de Graduados en Ingeniería rama industrial e Ingenieros Técnicos Industriales de España (COGITI). Fue un encuentro de lo más fructífero con un colectivo profesional que puede aportar mucho en la conservación del águila de Bonelli y en especial en aliviar la principal amenaza para la rapaz: las electrocuciones en los tendidos eléctricos.
La reunión tuvo lugar en la sede del COGITI en Madrid. Por parte de esta entidad asistieron a la reunión su presidente, José Antonio Galdón, y el técnico Angel Luis Fernández, mientras que la representación de AQUILA a-LIFE estuvo formada por Ernesto Álvarez y Carlota Viada.
Empecemos diciendo que el COGITI aglutina a 90.000 ingenieros técnicos, de los que unos 20.000 hacen proyectos. Dado que uno de los pilares de AQUILA a-LIFE es minimizar el impacto de la electrocución de avifauna en tendidos de distribución, y más en particular del águila de Bonelli, la implicación del colectivo de ingenieros técnicos industriales es fundamental. Uno de los acuerdos alcanzados en la reunión fue el de llevar a cabo actuaciones de formación diseñadas para ingenieros técnicos sobre cómo conseguir una red eléctrica segura para las aves.
Se inicia así una colaboración en la que hay depositadas muchas esperanzas de que, junto con otras iniciativas públicas y privadas también en marcha, haya un antes y un después en la mortalidad por electrocución de las aves en España.