Una de las acciones más interesantes de AQUILA a-LIFE ha sido la construcción de varios Puntos de Alimentación Suplementaria (en adelante PAS) para favorecer al águila de Bonelli frente al águila real en las zonas de Navarra donde han sido liberados ejemplares de la primera especie. La actuación ha sido llevada a cabo por GAN-Gobierno de Navarra, socio del proyecto.
Los PAS han sido utilizados en los proyectos de reintroducción de fauna para potenciar la tendencia que presentan muchas especies animales a permanecer en el mismo territorio en el que nacieron (filopatría). Favorecen, además, la atracción a la zona de ejemplares divagantes no territorializados. Una vez creado el nuevo territorio, los PAS construidos en Navarra para el águila de Bonelli han servido en el caso que nos ocupa para asegurar la presencia constante de presas (conejos) en estos cierres, especialmente en el periodo reproductor.
Estos PAS también se han revelado muy eficaces para favorecer que el águila de Bonelli permanezca en este territorio, al tener una fuente de alimentación que puede aprovechar (conejo), pero que no es accesible al águila real debido al tamaño del cerramiento. Esta infraestructura permite crear una zona “segura” para el lagomorfo, bien protegida del exterior, que además de servir como zona de caza para los individuos de águila de Bonelli liberados, sirva de punto central de suelta de conejo autóctono.
Directrices para construir el PAS
El PAS consiste en un cierre de 12 por 12 metros de sección. Una vez delimitado el perímetro, se excava una zanja mediante retroexcavadora de 50 cm de ancho y 50 cm de profundidad. La tierra extraída se acopia en la parte exterior del área a cerrar, para su utilización posterior. Una vez realizada la zanja se procede a la instalación del cierre mediante la colocación de postes de madera de pino tratado y torneado (8-10 cm de diámetro y 2,5 metros de altura) distanciados como máximo 2 metros entre sí. Los postes van clavados al menos a 50 cm de profundidad, a aproximadamente 25 cm de la zanja (lado interior). En el tramo superior de cada poste se fija una escuadra metálica de 400 x 300 mm y 40 mm de anchura.
Posteriormente se coloca la malla electrosoldada de 1,5 metros de alto y 13 mm de luz en dos alturas, una primera introducida en la zanja 50 cm y ligeramente doblada hacia el exterior y una segunda solapada a la primera y que alcance la altura máxima del cierre. Además, se dobla hacia el exterior fijándola a las escuadras metálicas. Una vez finalizado, la zanja se rellena con la tierra acopiada. El suelo del interior del cierre también va completamente cubierto de malla, para evitar que los conejos excaven galerías y puedan escapar. El cerramiento cuenta con una puerta que permite el acceso al recinto y que está construida con los mismos materiales.
El siguiente esquema muestra las características técnicas del cierre para conejos.
Vivar para conejos y pastor eléctrico
En el interior del cercado se adecua un vivar para los conejos, de 5 metros de diámetro, compuesto de palés de madera y tierra. En la zona superior se coloca una lámina plástica que impermeabilice la estructura. Para terminar, se coloca un posadero para facilitar la caza al águila de Bonelli. El cierre cuenta con cuatro salidas, una en cada uno de los laterales, que permiten, en el caso de que sea oportuno, la liberación de los conejos. Esta opción se adopta en caso de que las águilas utilicen poco el cercado y el grupo familiar comience a reproducirse y aumentar en número. La liberación de estos conejos contribuye a la recolonización de la zona y beneficia igualmente a las águilas. Es aconsejable la electrificación del cierre mediante un pastor eléctrico para evitar la entrada de mamíferos como la garduña, la gineta, la marta o el gato montés. Cada cierre dispone de comederos y bebederos para los conejos. Es aconsejable incorporar pacas de paja que sirvan de refugio y alimentación para estos animales.
Estos puntos de alimentación suplementaria requieren de trabajos de mantenimiento, que consisten en el aporte regular de comida y agua. El número mínimo de conejos a liberar en el cercado es de 25 cada 3 meses, pero se puede reducir la frecuencia en caso de confirmarse el consumo de los mismos por parte de las águilas. Dado que los conejos tienen jerarquías y estructuras sociales, en la medida de lo posible los conejos se liberarán manteniendo los grupos familiares del punto de captura. Es decir, los conejos liberados en un punto de alimentación procederán todos de las mismas madrigueras silvestres donde se capturaron.
Resultados
Navarra cuenta con cuatro puntos de alimentación suplementaria, tres de ellos financiados por el proyecto europeo AQUILA a LIFE, en Gallipienzo, Cáseda y Arguiñariz. Todos se sitúan en puntos dónde se liberaron individuos de águila de Bonelli. Gracias a las cámaras de foto trampeo colocadas en los puntos de alimentación suplementaria se ha podido certificar que estos puntos sólo han sido utilizados por la especie objetivo, el águila de Bonelli. No se ha documentado su uso por ninguna otra rapaz. La metodología se ha ido mejorando con el paso del tiempo.
Uno de los principales problemas detectados ha sido que, en determinados puntos, los conejos han sido capaces de excavar galerías subterráneas para escapar. Por esa razón en todos los PAS se ha optado por la colocación de malla electrosoldada en toda la superficie del suelo. Los trabajos descritos en esta noticia tienen un coste aproximado de 6.050 euros (IVA incluido) incluyendo el material y su colocación.
Más sobre AQUILA a-LIFE
El proyecto AQUILA a-LIFE (LIFE16 NAT/ES/000235), financiado por la Unión Europea, ha contribuido a aumentar la extensión de la presencia del águila de Bonelli en el Mediterráneo occidental y a invertir su tendencia poblacional regresiva. Para ello se ha llevado a cabo la liberación de ejemplares en España e Italia (Cerdeña) y se han abordado las principales amenazas actuales para el águila de Bonelli, con especial dedicación a prevenir y reducir las electrocuciones.
El proyecto AQUILA a-LIFE, que ha estado operativo desde octubre de 2017 hasta septiembre de 2022, ha estado coordinado por GREFA y también han participado como socios la Diputación Foral de Álava, la Fundació Natura Parc (Mallorca), Gestión Ambiental de Navarra-Gobierno de Navarra, ISPRA (Italia) y LPO/BirdLife (Francia). Ha dado su apoyo la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.