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Seguimiento de ejemplares liberados

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"Soy un águila de Bonelli de solo seis meses de edad. He caído en una balsa de agua de la que me es imposible salir. He luchado por mantenerme a flote y me he destrozado las garras intentando trepar por las resbaladizas paredes. Las fuerzas me abandonan y mis pulmones comienzan a encharcarse. No os podéis ni imaginar mi agonía. ¡Y sin embargo hubiese sido tan fácil y tan barato evitar mi muerte!"

Águila de Bonelli "Barluenga", recogida tras morir ahogada al ser arrastrada por un canal de riego en Castejón del Puente (Huesca).

Esta joven águila de Bonelli o perdicera nacida en la provincia de Almería murió ahogada el pasado 3 de octubre en una balsa de riego en la Región de Murcia. El emisor que le habíamos colocado nos permitió detectar sus terribles momentos finales, aunque por desgracia no llegamos a tiempo de salvarle la vida. La misma suerte había corrido "Barluenga", otra joven águila de Bonelli que habíamos liberado dentro del programa de reforzamiento de la especie que llevamos a cabo en Aragón y que el pasado 3 de agosto se vio atrapada y arrastrada más de diez kilómetros por la fuerte corriente de un canal de riego, el de Selgua, en el municipio de Castejón del Puente (Huesca).

Águila de Bonelli con su emisor GPS visible tal y como se encontró el pasado 3 de octubre en una balsa de riego de la Huerta de Murcia. Foto: Mario León.

Con estos antecedentes no es de extrañar que un escalofrío nos recorriese la espalda cuando vimos que "Zaida", la hembra de una de las más recientes parejas de águila de Bonelli formadas en la Comunidad de Madrid, estaba visitando con frecuencia una infraestructura de riego en la vecina provincia de Toledo. Por esa razón decidimos solicitar a los Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha que comprobasen aquella balsa. Con la ayuda de estos profesionales y la colaboración que cabe esperar de los propietarios confiamos poder eliminar próximamente ese importante foco de peligro.

Sin embargo es obvio que la solución a este grave problema no pasa por una simple colaboración puntual en un lugar concreto, sino que requiere un compromiso decidido de las administraciones públicas y en especial de las confederaciones hidrográficas. Se hace muy necesaria una normativa clara -y sorprende que no la tengamos todavía- para evitar este tipo de accidentes que se repiten de forma recurrente y que afectan a todo tipo de especies, desde aves hasta mamíferos, anfibios y reptiles.

Hace ya varios años que GREFA comenzó a mantener contactos con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para manifestar nuestra preocupación al respecto, presentar un documento que recogía las principales deficiencias ambientales de las infraestructuras de regadío y sus daños sobre la fauna y proponer líneas concretas de actuación en las que hemos ofrecido toda nuestra colaboración.

Canal de Selgua, en Castejón del Puente, donde murió "Barluenga". A la derecha de la fotografía se puede ver el cadáver de esta águila de Bonelli.

Tramo del canal de Selgua, en Castillazuelo, donde cayó al agua "Barluenga", siendo arrastrada más de diez kilómetros.

Soluciones fáciles y baratas

En tanto llegan (esperemos) esos criterios oficiales que reclamamos, desde GREFA no nos hemos quedado de brazos cruzados y allá donde nos ha sido posible hemos puesto en práctica diversas soluciones anti-ahogamiento tales como islas flotantes, rampas de escape, pasos de fauna y plataformas de salvamento.

Otro precedente muy interesante ha sido el proyecto AQUILA a-LIFE, operativo desde octubre de 2017 hasta septiembre de 2022, coordinado por GREFA y con la participación de la Diputación Foral de Álava, la Fundació Natura Parc (Mallorca), Gestión Ambiental de Navarra-Gobierno de Navarra, ISPRA (Italia) y LPO/BirdLife (Francia). Este proyecto destinado a facilitar la recuperación del águila de Bonelli en España y Cerdeña ha actuado para para prevenir los ahogamientos de fauna en balsas de riego, especialmente en Mallorca y Navarra

En un contexto en el que parece que nos dirigimos inexorablemente hacia un escenario con estaciones cada vez más secas y calurosas y donde los animales se verán más y más atraídos hacia los pocos puntos de agua disponibles para saciar su sed y refrescarse, las balsas, aljibes, abrevaderos, piscinas y similares con sus fuertes taludes, paredes verticales o laterales cubiertos por lonas plásticas impermeabilizantes se están convirtiendo en un punto negro cada vez más inquietante, causante de horribles muertes lentas y agónicas como las de nuestras jóvenes águilas de Bonelli. Evitarlo está en tu mano, ponte en contacto con nosotros y te asesoraremos.

Balsa de agua de la provincia de Toledo que fue inspeccionada por los Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha a solicitud de GREFA, después de ver por las señales de su emisor GPS que este lugar era visitado por la hembra de águila de Bonelli "Zaida".

Agradecimientos:

A los Agentes de Protección de la Naturaleza de Aragón, a los Agentes Medioambientales de la Región de Murcia y a los Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha, así como a Mario León.

 

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