El punto negro de electrocución de aves en Jaén ya es historia

0
461
ave-rapaz-rapaces-horajaen
Publicidad

PROVINCIA.- El trabajo conjunto entre el proyecto AQUILA a-LIFE y la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, con la colaboración de un propietario privado, ha acabado con un punto negro de electrocución de aves considerado como el más letal de la provincia de Jaén.

Medio centenar de apoyos (postes) de un tendido eléctrico de propiedad particular que discurre por los términos municipales de Linares y Bailén han podido ser corregidos gracias a esta colaboración a tres bandas. Más de cincuenta aves, la mayoría rapaces, han muerto electrocutadas en este tendido en los últimos años.

Desde su puesta en marcha hace más de tres años, AQUILA a-LIFE ha hecho posible que se corrijan más de 3.200 apoyos eléctricos que eran peligrosos para el águila de Bonelli, especie cuya recuperación es el objetivo de este proyecto apoyado por la Unión Europea. En la mayoría de estos apoyos se ha intervenido por indicación de este proyecto con fondos de varias compañías eléctricas. Pero en más de doscientos de esos apoyos el coste de la medida ha sido financiada, parcial o totalmente, por AQUILA a-LIFE, que se ha centrado en ayudar a propietarios particulares de tendidos eléctricos, con menos recursos que las grandes empresas del sector para abordar las correcciones.

El tendido eléctrico corregido, concretamente en la finca «Las Yeguas», es el primero de propiedad particular que se beneficia de estos fondos en Andalucía. La entidad conservacionista GREFA, encargada de coordinar el proyecto AQUILA a-LIFE, se ha encargado de la ejecución de esta medida. «Durante estos años atrás más de una veintena de rapaces, entre ellas seis águilas de Bonelli, se han electrocutado en este tendido, que con el arreglo que hemos efectuado dejará de causar más muertes de aves», informa Ernesto Álvarez, presidente de GREFA.

El pasado 6 de julio visitó el tendido corregido una representación de la Junta de Andalucía, encabezada por María José Lara, delegada de Desarrollo Sostenible en Jaén, quien manifestó su satisfacción con el resultado obtenido. «Una eficaz coordinación entre el propietario de la finca, GREFA y nuestra consejería ha propiciado en breve plazo de tiempo la eliminación de un auténtico punto negro de electrocuciones aves», declaró Lara, que adelantó que se está trabajando para realizar acciones de este tipo en otras líneas eléctricas.

Principal causa de mortalidad
Además de en Andalucía, AQUILA a-LIFE ha actuado para corregir tendidos eléctricos en la Comunidad de Madrid y otras áreas del centro peninsular, en Navarra, Álava, Mallorca y Cerdeña. El proyecto interviene tanto en zonas donde se han reintroducido águilas de Bonelli o bien está previsto liberarlas como en áreas donde estas aves se dispersan cuando son jóvenes o se asientan al llegar a la edad reproductora y emparejarse.

La electrocución es la principal causa de mortalidad de muchas especies de rapaces, incluida el águila de Bonelli. Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico más de 33.000 de estas aves mueren anualmente en el territorio español debido a electrocuciones o colisiones en tendidos eléctricos. De más de trescientas águilas de Bonelli dotadas con emisores GPS que han sido seguidas desde hace diez años, casi el 25% murió electrocutada.

La colaboración de la Junta de Andalucía con el proyecto AQUILA a-LIFE se traduce también en la cesión de pollos de águila de Bonelli procedente de la boyante población andaluza de la especie, que se destinan a ser liberados en otras áreas con menos presencia de esta rapaz en los que trabaja el proyecto.

Una especie ‘paraguas’
El águila de Bonelli, también llamada águila perdicera, es una de las aves rapaces que se encuentra en regresión en gran parte de sus poblaciones europeas. La mitad de sus efectivos en el Mediterráneo Occidental se encuentran en la Unión Europea, sobre todo en España y también en Italia (concretamente en Sicilia) y Francia.

El águila de Bonelli es lo que se llama una especie paraguas: al compartir sus problemas (sobre todo la electrocución) con otras aves rapaces, también se verán favorecidas por las acciones de AQUILA a-LIFE especies como el águila imperial ibérica, el águila real, el águila culebrera o el milano real, entre otras.

Más sobre AQUILA a-LIFE
El proyecto AQUILA a-LIFE (LIFE16 NAT/ES/000235), financiado por la Unión Europea, quiere contribuir a aumentar la extensión de la presencia del águila de Bonelli en el Mediterráneo occidental e invertir su tendencia poblacional regresiva. Para ello se contempla la liberación de ejemplares en España e Italia (Cerdeña), así como abordar las principales amenazas actuales para el águila de Bonelli, con especial dedicación a prevenir y reducir las electrocuciones.

El proyecto AQUILA a-LIFE, que estará operativo hasta septiembre de 2022, está coordinado por GREFA y también participan como socios la Diputación Foral de Álava, la Fundació Natura Parc (Mallorca), Gestión Ambiental de Navarra-Gobierno de Navarra, ISPRA (Italia) y LPO/BirdLife (Francia). Apoya la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.